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Juego de rol del universo alterno

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- Incendio invisible -

2 participantes

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1- Incendio invisible - Empty - Incendio invisible - Vie Sep 04, 2020 3:29 pm

Katerine Bentley

Katerine Bentley


Las enfermeras entraron corriendo con las camillas hacia el piso de cuidados intensivos. Los dos niños se movían y trepidaban salvajemente por causa del mal estado en que estaba esa ala del edificio. Una de las camillas se desvió hacia uno de los pasillos, torciendo a la derecha, a donde quedaban algunos de los cuartos mas aislados, el niño de la camilla estaba perdiendo piel mientras se movian, callendo los manchones de carne carbonizada, mientras intentaba respirar haciendo un terrible quejido.

La otra camilla se desvió al otro lado, a unos cuartos con menos acceso, donde los pacientes no tan convalecientes eran distribuídos. Intentaban reanimar a la niña, cuyo rostro estaba cubierto por una mascarilla donde intentaban proveer oxígeno de maneras mas bien precarias. Intoxicación causada por el humo de aquel terrible incendio que se había propagado hacía unos minutos en uno de los pasillos del asilo... nadie vio quien lo inició, nadie vio cómo fue posible que el pasillo entero ardiera en llamas, ése pasillo específico, donde no había cortinas.

Paso poco tiempo pero lograron hacer que volviera a respirar y con algo de cuidados, lograron establecerla. Las enfermeras corrieron entonces a atender el otro caso, que por obvias razones era mucho mas urgente, pero que por alguna razón habían dejado atrás y habían preferido salvarla a ella.

Unas horas después, Katerine abría los ojos... el eco de unos gritos aún la atormentaban en el recuerdo de sus sueños... pero no era un sueño, no lo había sido, aún recordaba como dolía su columna golpeando contra la camilla, como intentaba con su mano alcanzar a Benny, su pequeño amigo, el pequeño amigo que apenas había conseguido esa semana, el que ahora no podía alcanzar su mano, por que estaba negra... consumida. Los ojos de Katerine se llenaron de lágrimas, y se puso a zolloza, intentando levantarse de su camilla, tenía que buscarlo, tenía que disculparse, todo había sido culpa suya, si le hubiera advertido, si no hubiera tenido tanto miedo. Solo veía oscuridad en ese cuarto, pero podía escuchar bien, a lo lejos, había ruidos de dolor, un suave aroma a fuego.. dónde estaba?... debía ser la torre de agua del hospital.. por eso el eco era diferente ahí... tenía que escapar, tenía que encontrar a su amigo....

2- Incendio invisible - Empty No es verdad Vie Sep 04, 2020 6:53 pm

Dr. Angell Tolman Hull

Dr. Angell Tolman Hull

La camilla habia sido trasladada a toda prisa, gritos de dolor y agonía inundaban los pasillos del lugar, a pesar de que había sido llevada a la zona de cuidados intensivos, la cual en esos momentos tenía muy pocos pacientes, pero que pronto se llenaría de vida...o más bien, muerte.

"Pero que tenemos aqui" dijo el Dr. Hull con cierto sarcasmo al ver a la pequeña "una pequeña gatita" dijo mientras leía el nombre de la pequeña "Kat para no olvidarte" le dijo tranquilo.

Encendió un cigarro aún sabiendo que no debía de fumar en el lugar, pero nadie se lo impediría de todas formas. Examino a Katerine con gran profesionalismo y dedicación, ser doctor era toda su vida, sin importar nada más, a pesar de estar dedicado los últimos años, al estudio de la mente misma.

"Interesante en verdad" murmuró el doctor. "Kat, pequeña, ¿estas despierta?" Preguntó el doctor, hizo una pausa y como si nada prosiguió hablando "temo decirte que Benny esta muerto" dijo tranquilamente el Dr. Hull "digo...como esperaban que un ser tan pequeño y enclenque sobreviviera a unas quemaduras tan fuertes y graves" hizo una pausa estudiando a la joven "un incendio que arrazó con todo un pasillo...que digo un pasillo, arrazó con toda el ala norte de este hermoso lugar" decía el Dr. Hull con molestia.

Él se encontraba haciendo uno de sus experimentos con uno de sus más interesantes casos, y lo habían llamdo para atender a esta niña. Un caso casi irrelevante, que jamás le había llamado la atención; incluso tenía muchas ganas de simplemente usar un orbitoclasto para acabar con el sufrimiento de la niña y poder seguir con los estudios que si lo estimulaban y retaban a pensar. Pero claro...eso no sería profecional de su parte. Ahora ella era su paciente y la atendería como la situación lo merecía.

Prendió una lampara directo en uno de los ojos de Katerine "bueno, conciente estas, pero en shock... la muerte puede causar eso...en los vivos" dijo tranquilo el Dr. Hull "tengo prisa, tengo pacientes que la verdad si me importan" decía molesto aún "no te ofendas ni lo tomes a mal....eres una niña linda con problemas lindos a comparación de los monstruos y adefecios con los que me junto y trabajo... son casi mi familia. Y tu... no ofreces nada de entretenimiento" lanzó el cigarro que ya había terminado "así que preguntaré... ¿cómo estas?"

3- Incendio invisible - Empty Re: - Incendio invisible - Vie Sep 04, 2020 8:22 pm

Katerine Bentley

Katerine Bentley

Por un momento sintió que ya no tenía problemas con liberar sus pies de las sábanas cuando escuchó a alguien acercarse y optó por echarse de nuevo cual si estuviera inconsciente.

Los pasos eran largos, era un doctor alto, nadie ajeno al cuerpo de médicos entraba ahí. Se tensó al escuchar su voz. Probablemente para el doctor ella fuera una paciente común, del montón, pero ella sabía que ese no era un Dr. común.

El Dr. Hull, era muy conocido en el hospital, no había paciente que tuviera una consulta con aquel hombre y que volviera igual. Lo sabía, llevaba viviendo ya varios años ahí. Pero no esperaba nadie que ella supiera o se enterara de cosas así, o que se enterase de algo siquiera, simplemente por que, ¿que podría saber la niña ciega?, ¿que podría decir la niña muda?.

Escuchó como una chispa se encendía en el lugar y abrió los ojos, buscando con la mirada entre las sombras, ahí estaba, sabía en donde estaba él por el leve resplandor naranja que encendía y apagaba entre las sombras, el olor de lo quemado... se reprimió para toser pero no pudo acallarlo del todo.

En silencio lo escuchó, realmente no sabía que hacer, ella en general llevaba casi un año sin decir nada a nadie mas que a Benny, con quien apenas estaba logrando abrirse lo suficiente para darle una sonrisa o reir muy bajo... Era el único con quien no tenía que esforzarse por decir algo, por convivir, el hablaba por los dos, y nunca la rechazó por no compartir un pensamiento o una opinión, el era... "temo decirte que Benny esta muerto" ... único...

Kat no pudo moverse... no pudo hacer nada... en su mente solo estaban los últimos segundos de su amigo, mirándola con curiosidad y miedo, mirándola con terror cuando aquellos brazos extraños y brillantes lo rodearon, antes de consumirse en fuego y gritar, gritar por los dos.

Una luz muy fuerte cayó en su ojo, y los cerró de inmediato haciéndola reaccionar al fin, giró su cabeza para evitar la luz, no era del todo ciega pero por poco gracias a lo que hacía ese hombre despreocupadamente. se removió en la camilla y cerró los ojos. escuchaba los papeles que tenia en las manos el Dr. claro, no había razón por la que encontrara interesante su caso, no había nada interesante en ella, algo de eso la alivió, tal vez solo le dejaría en paz, tal vez solo pasaría de ella, si, amaba la idea de serle aburrida,  por favor váyase, déjeme en paz.

Se quitó las manos de los ojos, húmedos por el flash y la tristeza, y se quedó pasmada mirando al techo... un ruido apenas perceptible salió de su garganta... ahí estaba, en el techo, reptando como una salamandra de fuego, pero su forma era humanoide, su cuerpo ardiente en llamas azules, estaba ahí, moviéndose libremente, comenzó a hiperventilar, apretando las sábanas de la camilla - ... ve... ... ve... te....

susurró con su tenue voz apenas perceptible, aterrada, una voz ahogada y oxidada por el poco uso, como enferma.

- mon... struo... - susurró sorpredida de su propia voz, ... aun que era extremadamente baja ya no quería quedarse callada, fue por culpa de eso que benny estaba muerto, y ahora ella lo estaría, si no avisaba, si no pedía ayuda, aun que fuera a aquel adulto que la miraba como basura. Alzó la cabeza y miró directamente hacia el Dr. solo para ver como la pequeña luz naranja caía al suelo cerca de unos muebles - ... al to... ! - suplicó, pero era algo tarde.

La figura invisible para el ojo normal bajó reptando, sacó una lengua larga que se unió con la chispa naranja, y todo explotó en una luz ambarina, como un latido silencioso, mientras todo lo que esa luz alcanzaba se prendía en llamas de la nada, como si combustionara desde el interior, y así un incendio nuevo nació en un segundo en aquel mismo cuarto.

4- Incendio invisible - Empty Re: - Incendio invisible - Miér Sep 09, 2020 9:07 pm

Dr. Angell Tolman Hull

Dr. Angell Tolman Hull

El Dr. Hull seguía absorto en la lectura del archivo de la joven Kat; algo allí no le acababa de convencer, estaba diagnosticada con esquizofrenia, pero no se notaba en su comportamiento actual algún síntoma de ello.

Tampoco veía en sus síntomas, alguna razón física para que no pudiece hablar, lo cual, era algo medianamente interesante, porque significaba que deliberadamente había dejado de hablar; la razón, eso sí podría ser algo que valiera la pena ser estudiado… pero en esos momentos, no tenía ni el tiempo ni las ganas de hacerlo, ya que no era seguro que encontrara algo que le interesara en verdad.

"Un padre violador" pensó, viendo a Kat "es lo suficientemente bonita para que un degenerado padre la haya traumatizado de por vida" pensaba, queriendo encontrar una razón rápida para sus males.

El Dr. Hull aspiró profundamente, como si hubiera suspirado, pero con el cigarro en la boca; después dejó el humo salir casi de golpe directo a Kat "al menos un reflejo de queja debe de haber en ella" pensó, usando sus no tan aceptados métodos, para hacer el diagnóstico de pacientes. No hubo respuesta como tal, solo una seca y reprimida tos por parte de Kat "nada útil" pensó, mientras se disponía a dar por terminada la visita a su paciente.

"Eres afortunada" le dijo despreocupado "parece que solo Benny se cocinó en la otra ala del hospital, tus quemaduras ya fueron atendidas y son menores"  le dijo anotando más datos en el archivo "pronto saldrás de aquí a jugar con….bueno, con los demás locos y dementes pacientes que aquí habitan" dijo sarcásticamente.

Pero de pronto, mientras se retiraba del escrutinio que le había hecho a Kat, el milagro médico sucedió "...ve… ...ve… ...te…" dijo en casi un susurro, con una voz vieja y gastada, llena de telarañas de tanto tiempo de no usarse; y apesar de todo, con un angelical tono que en Hellingly no se escuchaba a menudo.

El Dr. Hull camino hacia ella una vez más y se acercó para escuchar bien, sonriendo al tener la respuesta que quería "¿qué dijiste?"  Preguntó como medio de confirmación.

"Mon… struo…." Susurró Kat, con esa voz que, en esos momentos, deleitaba al Dr. Hull, quién miraba a Kat como a un animalillo perdido del bosque, quien había llegado por error a la ciudad y no sabía que hacer.

"Aqui todos somos monstruos" dijo el Dr. Hull feliz de escucharla hablar "aunque hay unos peores que otros" añadió feliz.

"¡Al… to...!  Dijo Kat en tono de suplica. El Dr. Hull iba a contestar con sarcasmo y poca ética profecional. Pero fue interrumpido por un estallido de luz ambar que, desde el interior de las cosas, las hacía prender en fuego donde las tocara. Iniciando un incendio en el cuarto número 13 del ala de recuperaciones.

Normalmente, en una clínica promedio, hubiera sido una tragedia, ya que este sería un lugar lleno de pacientes. Pero no en Hellingly, la taza de recuperación era muy por debajo de lo aceptable, y había pacientes que iban directo a sus "habitaciones".

El fuego empezaba a invadir todo el lugar, incluso llegando hasta una de las piernas del Dr. Hull. Años de pláticas del Padre Tremaine sobre algo llamado rutas de evacuación, y métodos para reaccionar ante una emergencia, por fin darían sus frutos… eso claro, si el Dr. Hull no se hubiera quedado dormido cada que tenían ese tipo de pláticad, o hubiera estado absorto en sus propios pensamientos.

"Calma, es solo un simple incendio" decía el Dr. Hull a Kat, mientras pensaba que hacer. Hubo una pausa en sus acciones, un momento de lucides y entendimiento del universo. Por lo cual, de inmediato, el Dr. Hull agarró una silla, y la aventó por la ventana del cuarto, haciendo que el fuego aumentara de intencidad, amenazando con devorarlo a él y a Kat en cualquier instante, incluso, una pierna del doctor, estaba en llamas.

(Empieza a sonar Green Bird de Cowboy Bebop)
"Los angeles como tu son dulces y pequeños...eres joven y valiente" dijo el Dr. Hull a Kat al momento de, inadvertidamente, cargarla de la cama en donde se encontraba y apresurarse hacia la ventana "vuela pequeño angel" añadió antes de aventar a Kat por la ventana del segundo piso de Hellingly, mientras que el miraba hacia el fuego, creyendo ver una figura humanoide entre las llamas…. comandando a las mismas.

El dolor del fuego en su pierna lo hizo reaccionar "hoy no… maldita abominación" dijo al momento de saltar por la ventana, aún sabiendo que la caida, para él, iba a ser algo muy doloroso, ya que a su edad los huesos no se curaban tan magicamente como los de los jovenes.

Volteó a buscar a Kat en el aire, sin lograr divisarla por ningún lado; y después, simplemente se alistó para el frio y duro beso del suelo.

5- Incendio invisible - Empty Re: - Incendio invisible - Lun Nov 09, 2020 2:51 pm

Katerine Bentley

Katerine Bentley

Escuchó a algunas de las otras enfermeras afuera decirle al doctor que ya era demasiado tarde, pero que todavía había una niña conmocionada pero estable al otro lado de los pasillos y que debería ir a revisarle. Ella, como jefa de enfermeras a cargo, se dio cuenta de que era importante mencionarle la prioridad de mantener a salvo a esa paciente en específico, pero cuando salió al pasillo el Dr. ya se había retirado. Refunfuñó por que ni siquiera se preocupó en quedarse a observar al chico o enterarse de la gravedad de lo ocurrido... o al menos de llenar las formas o firmar el documento de reporte para revisar la hora de defunción. Y en efecto, dio la orden para cubrir el rostro de aquel pobre niño, no había podido sobrevivir a tanto dolor y su cuerpo finalmente decidió darse por vencido, la sabana que lo cubría evitó que dejara de emitir aquel terrible olor a quemado tan intenso, y de debajo de esta, un poco de humo todavía salía deslizándose por el piso de aquel cuarto como una bruma. Sobre el reporte, la mujer lo tuvo que hacer ella sola, ya que el camillero y las demás enfermeras ayudaron a bajar el cuerpo y a limpiar y guardar el equipo médico para poder ir a atender cualquier otro caso que pudiera surgir, era una gran ventaja que en los sótanos estuviera tan a la mano uno de los crematorios.

Era extraño, realmente por lo que había escuchado de sus compañeras se había quemado una gran parte del ala norte, por fortuna no había muchas personas a esa hora en aquel lugar, lo que era más que extraño entonces, era por qué estaban aquellos dos niños ahí... lo que le pareció peor fue sacar conjeturas sobre quién habría empezado aquel fuego y lo sorprendente del cómo llegó a tanto... pobre monseñor, el Padre Tremaine había llamado a los bomberos y estaba seguramente muy ocupado con todo aquello en aquel momento... todavía no tenía el corazón para ir a decirle que las victimas de tan terrible suceso eran un par de niños, incluida Katerine... quien no era un secreto que era una de sus favoritas...

Finalmente, decidió ir caminando hacia los cuartos, la verdad es que ella no era particularmente fanática de los procedimientos médicos del Dr. Hull, así que debía apresurarse para dejarle en claro los deseos del director de ese asilo mental, aquella niña debería estar en perfecto estado de salud lo mas pronto posible o más de uno tendría problemas, sabía que esos eran sus deseos, solo alguien de tanta confianza como ella podría entender las razones detrás de ese interés, incluso ella misma se sentiría devastada y orgullosa de decirle que habían dado prioridad a la chica que al niño al momento de sacarlos de aquel infierno.

Iba caminando hacia el pasillo de recuperación cuando de pronto, escuchó cristales en el cuarto de la paciente, al apresurar el paso, escuchó voces, y luego, cuando casi alcanzaba la puerta, notó una lengua de fuego salir de la puerta. Asustada, pidió ayuda gritando por el pasillo, aquello se había convertido en un nuevo infierno, y no había ningún motivo aparente para que empezara. Se puso en puntas y buscó entre las flamas alguna silueta con vida, notó entonces el cristal roto, y comenzó a correr llamando a voces a cualquiera que pudiera escucharla.

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Sintió un escalofrío, trataba en serio con toda su fuerza el ser escuchada, el poder comunicarse aun que fuera con aquel hombre... pero la imagen ante ella era peor de lo que creyó, en vez de recibir duda en la voz, o incluso atención ante su inusual comportamiento, solo percibió la extraña calma en aquel hombre... La figura humanoide se movía con pausada calma a sus espaldas, y de pronto, el doctor se levantaba y con un agresivo movimiento lanzó algo que hizo que un montón de pequeños cristales cayera en su cabeza, sintió el aire de afuera, y se quedó congelada en aquel momento en el que el hombre la tomaba en brazos, hablándole... dulcemente?, ya no sabía si todo aquello era una pesadilla, no sabía si ese borroso rostro frente a ella se miraba terrible solo por su imaginación o si en realidad esa escalofriante deformidad estaba viéndola tan claramente como aquel demonio de fuego, miró hacia abajo mientras aquella criatura se acercaba y como un perro lamía la pierna del doctor, el hombre se prendió en llamas y se mantuvo tan calmado mientras caminaba a la ventana. Sus ojos se abrieron de par en par cuando dejó de sentir los brazos del Dr. y un ruido quebrado que hubiera sido un grito salió de su garganta... solo veía la fachada y el color del cielo, grisáceo, mientras el aire le golpeaba la espalda al caer.... iba a morir... de una forma inesperada pero iba morir, estaba segura. las lenguas de fuego salieron de la ventana mientras la silueta de un ave enorme salía disparada de la ventana... pero no era un ave...

De pronto, llegó el golpe, el ruido hizo implosión, el aire de sus pulmones faltaba y dejó entrar algo más espeso inundándole, todo a su alrededor era pesado, y el ruido de un montón de burbujas rodearon sus orejas... parpadeó en la creciente oscuridad, mientras su cuerpo flotaba lentamente, era curioso... seguía cayendo, pero mucho mas lento... otra implosión de sonido un poco mas lejana a ella se escuchó... Lo que vio después fue algo extraño... toda la superficie sobre ella se iluminó de anaranjado, y escuchó a la criatura gritar/gruñir de frustración, era como si también hubiera caído en el afán de perseguirle, pero no pudiera pasar mas allá, no pudiera alcanzarla, entonces en una llamarada se desvaneció, y katerine cerró los ojos perdiendo el conocimiento de nuevo mientras las ultimas burbujas escapaban en una columna desde su nariz.


6- Incendio invisible - Empty Re: - Incendio invisible - Lun Nov 16, 2020 2:42 am

Dr. Angell Tolman Hull

Dr. Angell Tolman Hull

El Dr. Hull abrió los ojos, su vista se encontraba nublada por el humo; mientras que el pasto cerca de él, quedaba con unas pocas y tenues brazas. El golpe que había recibido al caer, era la mayor causa de su temporal mala visión, y del dolor general que sentía en su ser.

Su mente aún no reaccionaba por completo “¿qué paso?...¿dónde estoy?” pensó. No era una de esas veces que, sedado y drogado por los químicos que utilizaba en el laboratorio/consultorio, despertaba acostado con alguno de sus pacientes o alguno de los cadáveres o peor aún, alguno de sus propios experimentos. No, esto era por completo diferente, no tenía ese sentido de paz que siempre acompañaba al despertar después de un trance por drogas, y una epifanía medica.

Estaba boca abajo, saboreando el pasto. Alzó la cabeza para escupir tierra, pasto y tal vez algún insecto que hubiera entrado a su boca, mientras que intentaba centrar su mirada en lo que fuera. De momento, solo logró notar que pronto atardecería y que, al estar en el exterior, la luz los iba a abandonar con rapidez.

“No seas ingenuo Angell” se dijo “en esta época del año...hay luna llena” añadió riendo un poco “la luz será suficiente como para ver incluso de noche”, decía mientras se daba la vuelta; sintiendo, por primer vez, el dolor de su pierna derecha, y el olor a chamuscado que salía de ella. Lo cual le hizo empezar a recordar.

El fuego consumió toda la habitación “e intento devorarme” dijo mientras que recordaba el “rostro” de aquel ser de fuego que creía haber visto. Seguía recordando mientras que su vista empezaba a enfocar correctamente, los árboles, el cielo, Hellingly; todo empezaba a cobrar sentido. Recordaba como había tenido que reaccionar rápidamente, actuar o morir, justo como había aprendido en la guerra, en sus años de servicio.

El instinto lo había hecho buscar la única salida posible en esa situación; solo había una puerta de entrada o salida, la cual ya estaba en llamas para cuando él había notado el fuego. Y claro está, estaba la ventana… por donde había aventado a la joven. “Catrina” grito “Katalina” grito nuevamente “maldición….Kat” dijo finalmente recordando lo ocurrido. Al menos sabía que el fuego no la había alcanzado, pero su estado después de la caída, eso era otro tema.

Se intentó levantar, no pudo al primer intento; tenía la pierna dislocada, la rodilla había quedado volteada al revés. “Interesante” pensó al momento de agarrar su pierna y forzarla a su posición normal, causando un grito de dolor, que ni él pudo controlar, seguido de una leve risa sádica “al menos eso demuestra que no estoy muerto y en el infierno, a donde pertenezco” decía riendo, recordando su falta de credulidad hacia esas cosas.

Hizo una improvisada férula para su pierna, nada elegante, nada sutil, pero resistiría lo suficiente, Por ahora su prioridad era encontrar a Kat, y ver si seguía con vida. Se levantó aun con dolor,  mientras que miraba hacia Hellingly, a la ventana por la cual habían salido. El fuego seguía terminando de devorar la habitación, y muy para la incredulidad del Dr. Hull, creía poder ver a una especie de persona mirándolo desde la habitación. Una persona que, si de verdad existía, estaba cubierta o hecha del mismo fuego que destruía todo a su paso, y lo veía con odio y rencor. “Vete al demonio” gritó el doctor al darse la vuelta para seguir buscando a Kat. A quién por suerte, encontró tirada de forma fortuita, no muy lejos de donde él había caído.

“Ahí estas, mi dulce ángel” dijo el doctor, mientras que se arrodillaba con dolor cerca de ella “un ángel caído, descansando en una cama de Liliums…o Lirios, como tu les dirías” dijo riendo “eso te salvó la vida, ya que estos estaban a su máximo crecimiento, 6 pies…como 1.80 metros, para que me entiendas” añadió, mientras arrancaba una de las flores para olerla, y con ella, adornar el cabello de Kat “sabes que es un símbolo de muerte...” empezó a decir el doctor, pero cortó la idea, levantándose con rapidez, olvidando el dolor, y la larga alegoría al infierno y los ángeles caídos, que estaba preparando decir.

El Dr. Hull se encontraba mirando todo con detenimiento por primer vez desde que había despertado, y gracias a eso, el miedo se adentraba en él. Ya que se iba dando cuenta de la parte del jardín donde habían caído. Esa era la única parte “abierta”, como él le decía, hacia el bosque. “Mi jardín salvaje” murmuró con pánico. Ya que eso significaba que estaban en un nido de inmundicia, que él había preparado durante años. Un campo de reclusión, donde juntaba experimentos fallidos, con los seres que ya se encontraban allí, malditos, antes de que Lord Fitzgerald Hellingly hubiera puesto un pie en esa nación, y la primer piedra del lugar.

Un pequeño momento de orgullo se asomó por la mente del Dr. Hull, sus propias creaciones, acoplándose a la vida salvaje de esos lugares, apareándose y multiplicándose, muriendo o sobreviviendo a ese experimento que les había regalado, llamado vida. Sus seres, sus creaciones, sus hijos, unos engendros que la naturaleza nunca había deseado, y que nunca habían tenido un lugar en el mundo. Más sin embargo, se encontraban deambulando libres y sin control, en ese bosque y ese jardín.

Los pisos inferiores de Hellingly, de ese lado de la construcción, no tenían ventanas ni ningún otro punto de acceso, y la piedra con que estaba construido, lo hacía casi imposible de escalar, sin el equipo adecuado. Era justo por eso, que el Dr. Hull  había decidido hacer esa pequeña jugarreta de juntar el jardín con el bosque, dividiendo la parte condenada del jardín, por los Lirios, los cuales, de alguna forma, mantenían a ralla a estos seres... claro, solo si es que no se encontraba nadie en el jardín, además de que ocultaban una barda construida de la misma forma que Hellingly.

El Dr. Hull recordaba la vez que había mandado a Dandy, el jardinero novato, a cuidar esa parte del jardín. Recordaba con gran placer sus gritos, y el como la sangre había cubierto los lirios. Lo que no lograba recordar es que Dandy hubiera muerto; su teoría siempre fue que había sido usado, por esos seres, como una especie de experimento propio… la clase de experimento era desconocida… tal vez reproductivo, tal vez solo como una señal del sadismo, mantenerlo con vida, para poder “matarlo” una y otra vez. Pero eso solo eran conjeturas, basadas en lo que probablemente él hubiera hecho.

En ese experimento, habían tardado quince minutos en ir por Dandy, así que el doctor asumía que solo les quedaban cinco minutos antes de que alguno de los seres fuera por ellos. Lo cual era preocupante, y más, por el hecho de que a muchos de ellos, los había creado y desechado el doctor. “Tal vez puedan guardar alguna clase de resentimiento hacia mi” pensó el doctor con cinismo “espero que el hombre gallina sea el que venga” dijo riendo, para darse un poco de esperanza de poder sobrevivir. Gracias a sus variados experimentos, desde los más insulsos e irrelevantes, hasta los clasificados como amenaza Omega, no podía estar seguro de cual sería su destino.

Con delicadeza, levantó a Kat, no había podido revisarla y escudriñarla como a él le hubiera gustado, pero no había tiempo, tenía que usar todos sus recuerdos para llegar a una de las salidas del jardín… una de las que si lo regresarían a Hellingly. Ya que él se había encargado de que las formas de regresar fueran casi nulas, para que ninguno de estos seres pudiera escapar o regresar a cobrar venganza. El Dr. Hull, más que nunca, confiaba en su propia mente superior.

Corrió lo más rápido que podía con el estado de su pierna (la cual funcionaba a un 70%), cargando a Kat; eso más su edad, no estaban siendo factores a su favor, para avanzar con la suficiente rapidez. Por un momento pensó abandonar a Kat, pero eso no era la clase de doctor que él era, poner en riesgo a una niña ya era demasiado malo. Que ella estuviera allí era su culpa, y abandonarla no era ético; y menos, sin saber las causas de los delirios que acosaban a la pequeña, ya que eso si era algo interesante de mirar, entender, y controlar.

Se detuvo de pronto, intentaba recordar hacia donde ir, cuando escuchó unos ruidos, una especie de quejido que venía de frente a ellos. Era un sonido humano, pero gutural, como el grito apagado de un alma retorcida por la vida, o un simple quejido desgarrado. Al menos, eso era lo que escuchaba el Dr. Hull. Se detuvo y escondió tras unos arbustos, apenas lo suficientemente grandes como para cubrirlo a él y a Kat.

El ser pasó caminando, parecía vagar sin un rumbo verdadero, pero a la vez, se dirigía hacia donde ellos habían caído. Algo que no había considerado el doctor, era el sonido de la explosión que había causado el incendio, eso debería de haber atraído a muchos más seres que los del experimento con Dandy. El doctor, intentaba recordar...No Muertos, Zombis, Híbridos Hombre-Bestia, Resucitados, Fantasmas, Espíritus del Bosque, Humanos “Modificados”... eran todos los seres que había logrado recordar del catálogo de depravaciones que habitaban el lugar. Un estudio que había dejado incompleto, por la falta de cooperación de estos seres.

Por suerte para él y Kat, este ser era apenas un Zombi, una lobotomía que había salido muy mal, y que había acabado dejando vacía la mente de ese ser. Y claro, aprovechando que eso había pasado, el doctor había intentado regresarlo a como era antes, con unas operaciones, y aumentos de masa cerebral donada de animales. Cero resultados positivos, pero al menos el paciente seguía con vida, y se le veía bien, caminaba, y parecía que comía con frecuencia, ya que estaba salpicado en sangre. “Impulsos básicos de vida, nada mal” se dijo orgulloso, viendo al paciente 5682. El Dr. Hull iba a iniciar su andar nuevamente, cuando notó que Kat estaba reaccionando “Hola mi dulce ángel” le dijo con una sonrisa llena de preocupación “no estas muerta...pero te aseguro, que estas en el infierno” añadió, dejándola por fin en el suelo.

El Dr. Hull iba a proceder su plática, cuando escuchó un sonido extraño. Parecían ser plantas retorciéndose, plantas arrastrándose con dolor y agonía, avanzando hacia donde ellos se encontraban. Y de pronto, una voz que detuvo el corazón del doctor por unos momentos, y una frase que estaba guardada en lo más profundo de la mente del doctor, hasta ese día.

“Hola cariño, mi dulce Angell, que bueno que has regresado” dijo una dulce voz femenina, pero con un tono sepulcral “no se donde estas” añadió con una leve risilla “pero se que estas cerca” decía juguetonamente “esta vez, te vas a quedarte conmigo para siempre... ni la muerte misma, nos puede separar” añadió riendo fuertemente.

El Dr. Hull cerró los ojos con fuerza, no podía creer lo que pasaba, él se había encargado personalmente de enterrar el cadáver; por lo cual, estaba seguro que no podía ser… ella, más sin embargo, inequívocamente, era su voz, o al menos una versión retorcida de su voz. El doctor Hull tuvo el impulso de querer llamarla, querer verla. No por amor, sino por la incertidumbre de su existencia. Era su “amada” esposa.

“Tu regalo me ha servido bien” dijo, mientras que se escuchaban unos pasos pesados que se arrastraban por el bosque, y que finalmente dejaban ver, cerca de donde el Dr. Hull y Kat se encontraban, a un ser con apariencia humana, pero vacío, una simple carcasa de lo que antes había sido un humano. Unos ojos por completo blancos y ausentes “miraban” en todas direcciones buscando a sus presas. Una sonrisa eterna, marcada por los músculos, nervios y tendones del rostro, secos por la muerte y pegados a los huesos. Un cuerpo que por igual, parecía haber sido desprovisto de toda esencia y de toda vida.

“Dandy” susurró el doctor al ver al pobre jardinero, ahora convertido en un ser...diferente, bajo la completa influencia de la esposa del Dr. Hull; una mascota, un juguete, un alma que jamás podría descansar en paz, sin importar lo que ocurriera. Parecido a una momia viviente, por completo desnudo y con claros efectos de descomposición, que aún así, no amainaban su existencia. Al escuchar el susurro de su antiguo nombre, volteó hacia los arbustos donde se encontraban el Dr. Hull y Kat.

“Espero que puedas correr, por que tu supervivencia depende de ello” hizo una pausa lleno de preocupación “directo al Pino” añadió mientras seguía intentando recordar como salir de allí. Por el momento en lo único que podría confiar, sería en la simbología que tenía cada una de las cosas que habitaban ese jardín “ya sabes, como los que se ponen en navidad, pero mucho más grande; es el único de su clase aquí…de allí gira a la derecha” añadió, mientras que agarraba un viejo pedazo de tronco, esperando que fuera un arma, al menos por una ocasión.

“Lo distraeré por unos momentos, y después correré hacia el mismo lugar que tú... te alcanzaré” dijo preparándose para salir de su escondite. El Dr. Hull cerró los ojos y respiró hondo. Abrió los ojos y volteó a ver el cielo, al cual ya estaba casi oscuro “ahora esperaría que hubiera menos luz” sonreía al hablar “¡AHORA!” le gritó a Kat. Mientras que salía y se dirigía hacia donde había escuchado a Dandy; agitando el tronco listo para atacar.

Si Kat había salido corriendo, era algo que en esos momentos, ya no podría saber el Dr. Hull, ya que su atención estaba puesta en ignorar su dolor, y en atacar a ese ser que iba por ellos.

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